Desde pequeña, he odiado el hecho de "ir a conjunto". Llevar todo perfectamente combinado, sobretodo cuando esto no se da improvisadamente sino que es un hecho forzosamente buscado. Bajo mi punto de vista da una imagen excesivamente forzada y poco natural. Sera por esto, que me encanta las mesas rodeadas de sillas diferentes, que cada una tiene su propia historia, cada una a llegado a esa mesa por una razón diferente y en tiempos diferentes. Me da una sensación de armonía y naturalidad. ¿A vosotros también os pasa?
1 comentario:
Hola!! no conocía tu blog, que fotos de deco tan monas, te sigo guapa
Publicar un comentario