Llega el verano y todo se transforma. Cambia la luz, el olor, los colores, las sensaciones... por eso nos apetece también cambiar la casa o adecuarla al verano.
Para esto tengo hoy unos cuantos consejos que espero que os gusten. Empezado por lo básico, poner unos buenos sofás a la sombra, estos me encantan por que te puedes acunar mientras te duermes ¡La pera!
Aprovecha la luz del verano con el blanco. Reflejará mucho más y además al no retener el calor da una sensación de fresco perfecta para cuando llegamos de la playa muertos de calor. Como veis los colores fuertes de los tejidos dan un toque muy isleño...
En verano no tenemos tanta necesidad de grandes cosas, llena el porche de plantas y con unas sillas de hierro esta perfecto para la hora de la merienda,
Quienes tengáis la suerte de tener una casa de arquitectura mediterránea... como veis no hace falta nada para que este perfecta, porque precisamente su naturalidad es su punto fuerte y es eso lo que tenéis que acentuar.
En las casas de campo, no hay nada mejor que el campo, valga la redundancia. Por eso lo mejor es buscar un huequito acogedor e instalarnos sin grandes estructuras. Eso sí, me encantan las sillas rojas. Si a vosotros también os gusta, es debido a la teoría de los colores complementarios, como son el rojo y el verde. Los colores complementarios, funcionan bien juntos, es decir, producen una armonía a la vista.
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